Estas frases están tomadas de la colección de Cartas a Lucilio, excepto la última, que es de su libro titulado Sobre la ira. Las
Cartas a Lucilio son una serie de epístolas que Séneca envió a su
discípulo y amigo Lucilio. En ellas habla de mucho temas, también de
retórica. Dejo aquí algunos extractos de esas cartas, que aconsejo
encarecidamente leer. Se pueden encontrar explicados en mi artículo
“Aproximación a la retórica de Séneca", publicado en la revista
Helmántica, nº 191, enero 2013.
(Ep quiere decir “carta”, en latín epistola, se cita el número de la carta y el apartado de la misma en que está la frase. La traducción del latín es mía)
Ep 24.19: “Es vergonzoso decir una cosa, pensar otra: ¡cuánto más vergonzoso escribir una cosa, sentir otra!”
Ep. 40, 2: “Esto no lo apruebo en un filósofo, cuya pronunciación debe ser también, como la vida, comedida”
Ep.
40, 2: “Por eso Homero atribuya la palabra apresurada y sin
interrupción al orador joven, al viejo la suave y más dulce que la miel”
Ep
40,4: “Añade ahora que la elocuencia que se dedica a la verdad debe ser
sin artificio y simple. La dirigida al pueblo nada tiene de verdad,
intenta mover a la turba y arrastrar con su fuerza los oídos incautos…”
Ep. 40, 8: “El orador vaya tan deprisa y se apresure cuanto puedan asimilar los que le escuchan”.
Ep.
40, 12: “Esa fluidez del discurso la apruebo, no la exijo en el hombre
sabio: que su discurso salga sin tropiezos, pero prefiero que fluya con
mesura antes que corra”.
Ep 40, 14: “Corolario de lo dicho es: que te mando ser lento en el hablar”.
Ep
52, 14: “Pero que se conmuevan tus palabras por el asunto, no por el
estilo; de lo contrario les perjudica la elocuencia, si no conduce al
deseo de las cosas, sino de sí misma”.
Ep
75, 5: “No deleiten nuestras palabras, sino que aprovechen, Si, no
obstante, puede utilizar la elocuencia sin esfuerzo, si está ya
dispuesta o cuesta poco trabajo, que se haga presente y traiga consigo
las más bellas cosas, pero sea tal que muestre las cosas más bien que se
muestre a sí misma. Todas las demás artes pertenecen al ingenio, aquí
se trata asunto del espíritu”.
Ep.
75, 1: “Te quejas de que te envío las cartas poco esmeradas. ¿Sin
embargo, quién habla esmeradamente sino quien quiere hablar
afectadamente? Como sería mi conversación si algo consideráramos o
paseáramos juntos, poco preparada y fácil, quiero que sean mis cartas,
que nada tienen de rebuscado ni fingido”.
82,24:
“Agudas son estas cosas que dices: nada es más agudo que una arista. A
algunas cosas vuelve inútiles e ineficaces la misma sutilidad”.
Ep. 114,1: “Para los hombres tiene que ser igual la manera de hablar que la vida”
Ep
115,1: “No quiero, mi Lucilio, que estés excesivamente preocupado por
las palabras y la composición… Piensa qué escribir, no de qué modo”.
De Ira
1, 6, 33: “Así, al guardián de de las leyes y al jefe de la ciudad
conviene, mientras pueda, curar los espíritus con palabras, y con las
más suaves, para que persuada de lo que se ha de hacer, atraiga los
espíritus hacia lo justo, promueva el odio al vicio y el valor de las
virtudes; pase después a un discurso más severo, que aún advierta y
repruebe; por último, acuda a los castigos, pero leves todavía...
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