miércoles, 12 de febrero de 2014

CUARTO CONSEJO PARA EL ORADOR: ESCRIBIR

Detalla Quintiliano algunos consejos sobre la manera de escribir que no queremos dejar de consignar por lo que tienen de valiosos, especialmente para quienes quizá no hayan recibido información específica sobre esto, incluso aunque gran parte de su vida profesional consista en escribir. Las tareas de un abogado en sus diversas funciones, también de un juez, tendrán reflejo en escritos de varios tipos y con mayor o menor relevancia pública, por lo que no se puede descuidar su ejercicio.

Un0 de los primeros consejos a tener en cuenta consiste en dar tiempo y en corregir lo escrito. La premura en escribir se suele traducir en errores, falta de estilo, de contenidos, o de coherencia, sin embargo, el ejercicio continuado proporciona cada vez mayor facilidad y rapidez en expresar lo que queremos tal y como lo queremos:

“Pero la situación del orador es distinta. Por eso exijo esta lentitud y cuidado al principio  pues se ha de conseguir y afianzar lo primero escribir con la mayor perfección posible. El ejercicio dará rapidez. Poco a poco las cosas se mostrarán con más facilidad, las palabras serán más ajustadas, la composición seguirá, y finalmente todo, como en una familia bien gobernada, cumplirá su cometido. En resumen: escribiendo con precipitación, no se consigue escribir bien; mas escribiendo bien, se logra escribir rápido.” Inst. X, 3, 10

“El escribir sea al principio incluso lento, aunque con cuidado; busquemos lo más excelente, y no nos alegremos de lo que se nos pone por delante de repente; hay que someter a crítica lo que encontramos,  y estructurar adecuadamente lo que estimamos como bueno. Hay que efectuar una selección de palabras y de contenidos y  es necesario considerar la importancia de cada uno de ellos.” Inst. X, 3, 5

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